No cabe duda -y hasta ahora lo reconozco, que lento-, que las espirales son las más famosa composición demencial y atractiva que uno haya podido ver. En estos momentos no tengo muchas palabras en la boca, o quizas, los dedos son el embudo atascado que no dejan salir las palabras..., bueno, quiero dejarme de verborrea.
Una de mis películas favoritas: Vértigo del pequeño Alfred (bellaco que le gustó jugar con uno) y por otro lado, La Antena de Esteban Sapir (cargada de un simbolismo exhacerbado), un excursionista de las nuevas formas de hacer cine en Latinoamérica. Así pues, los dejo con dos trailers que pueden ser llamativos o decepcionantes por la manera en que me revuelven la cabeza.
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