Pasarán nuestros días, nuestra vida fugitiva,
Como una ilusión breve, como una cadena de
sueños efímeros
Quedarán, apenas, algunas palabras sabias
Y sólo por ellas nuestra vida estará justificada.
La copa colmada con los venenos de la tierra
De algún modo se desbordará en radiantes
pedazos.
Se queman nuestros días, nuestra vida fugitiva
como el incienso, como el humo de los sueños
fugaces.
El poeta borrachoDebo vivir así con locura y desmesura,
Pasar los días escribiendo y las noches en la
cantina.
Encontrar el alba silenciosa, melancólica e
impetuosamente
Y escribir versos sobre la muerte y la tristeza.
Debo vivir así. Yo mismo he elegido
Quemar este barco-destino doloroso
Mientras doy alaridos en el timón. Di muerte al
albedrío
Y ahogué en la desesperanza todos los deleites,
todos.