En la unidad original del ser primero, está contenida la causa secundaria de todos lor seres, así como el germen de su inevitable destrucción

Edgar Allan Poe



martes, 17 de junio de 2008

Saudade

"Murió, en realidad, de saudade. Saudade es una enfermedad genética, inmutablemente fatal, que sólo les da a los poetas, a los despojados, a los nostálgicos y soñadores, a los grandes de espíritu. La saudade es una enfermedad que se aposenta en el alma; comparte con la hipocondría la profundidad de la tristeza pero no la preocupación constante por la salud del cuerpo. Dice que esa enfermedad presenta una perturbación en los afectos y que desordena el pensamiento, que crea un enorme vacío en quienes la padecen y que produce una ansiedad vaga, entre tedio y dolor, y que es una ansiedad que no sabe. Nada dice la ciencia médica sobre ella, no figura en su vademécum. Sólo la poesía atisba algo sobre su naturaleza, sobre debe realizarse o no, y si debe, cómo.
(…)
Sí, de extraña enfermedad debieron haber muerto tipos como el loco ese de Cereté, Córdoba, Gómez Jattin, uno que no vivía – como sus contemporáneos- en la quimera de una felicidad de sentidos anestesiados y que por eso se tiró de cabeza a un bus urbano sólo para descorporizarse de este mundo lleno de verdugos de lo sensualmente bello, o el corrido de la cabeza Tulio Bayer, un médico amigo de bares y de putas, de malandros en fuga, de humos y tiroteos, de abandonos en París y en el olvido; también María Mercedes, una que dejó las rimas y solfeos, gorgoritos y gorjeos, melindres, embadurnes y barnices, o como Emily, como Alejandra o Alfonsina, como Artaud, como Poe, Rimbaud y tantos y tantos otros. De la enfermedad de saudade nada sabe la ciencia médica; tan sólo la poesía puede entenderla. Se sabe que es una enfermedad compleja y contradictoria, vital y mortal al mismo tiempo. Una canción lo dice:

Enquanto a saudade existe pode haver felicidade mas näo há nada mais triste que há saudade da saudade"

Extracto de: La Rebelión de un Burgués, Estanislao Zuleta, su vida. Jorge Vallejo Morillo.

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